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El 12 de marzo de 1996, el presidente de los Estados Unidos William
Clinton firmó la Ley Pública No. 104-114, “Ley para la libertad y
la solidaridad democráticas cubanas (Ley Libertad) de 1996”,
conocida popularmente como Helms-Burton, por el nombre de sus
patrocinadores republicanos: el senador de Carolina del Norte, Jesse
Helms y el representante por Indiana, Dan Burton.
- La Ley Helms-Burton constituye un ataque directo a la soberanía de Cuba y a su sistema político y económico.
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La Ley Helms-Burton consta de cuatro títulos:
- El Título I está dirigido a fortalecer internacionalmente la aplicación del bloqueo y las sanciones económicas contra Cuba.
- El Título II establece una especie de plan de “transición” política en Cuba y de intervención de los EE.UU. en el destino de nuestro país.
- El Título III plantea que los reclamantes de propiedades que fueron nacionalizadas o expropiadas en Cuba, incluyendo los que en ese momento no eran estadounidenses, deben ser protegidos. Para ello, establece un grupo de normas que incluye la posibilidad de demandar ante tribunales de los Estados Unidos a entidades que “trafiquen” con esas propiedades. La posibilidad de demandar a los beneficiarios del “tráfico” ha sido suspendida consistentemente desde 1996 hasta la actualidad.
- El Título IV prohíbe la entrada a los Estados Unidos de ejecutivos y sus familiares y de propietarios de entidades que “trafiquen” con las propiedades nacionalizadas o expropiadas.
- La Ley Helms-Burton pretende internacionalizar el bloqueo unilateral de Estados Unidos contra Cuba.
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La Ley Helms-Burton pretende internacionalizar el bloqueo por medio
de medidas coercitivas contra terceros países, a fin de interrumpir
sus relaciones de inversión y comerciales con Cuba y someter a esos
Estados soberanos a la voluntad de los Estados Unidos.
- La Ley Helms-Burton pretende anular el derecho soberano de un país a la nacionalización y expropiación de bienes de extranjeros y nacionales.
- La Ley Helms-Burton pretende impedir que cada nación determine soberanamente y, de acuerdo con el derecho internacional, los términos de la compensación.
- El objetivo la Ley Helms-Burton es imponer un gobierno en Cuba, recuperar el dominio de Estados Unidos sobre la isla e incorporarla a su estrategia geopolítica.
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Dicha pretensión tiene su línea de continuidad en los disímiles
instrumentos y mecanismos empleados por los Estados Unidos para este
fin durante 12 administraciones diferentes. La Ley Torricelli de
1992 y el Plan Bush de 2004 son muestra fehaciente de ello.
Título
III de la Ley Helms-Burton.
- El 16 de enero de 2019, el Departamento de Estado de los EE.UU. anunció la decisión de suspender por solo 45 días la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton, contrario a la práctica asumida desde 1996 por los presidentes estadounidenses, quienes habían hecho uso de su facultad ejecutiva de suspender la aplicación de dicho título cada seis meses.
- El 4 de marzo de 2019, el Departamento de Estado de los EE.UU. anunció que extendería por 30 días la suspensión de la aplicación de las acciones legales concebidas por el Título III de la Ley Helms-Burton. También trascendió la decisión de permitir, al amparo de este capítulo, que se presenten demandas judiciales en tribunales de los Estados Unidos contra empresas incluidas en la Lista de Entidades Cubanas Restringidas, lo que constituye una escalada en la conducta agresiva de la actual Administración hacia nuestro país.
La
medida atenta directamente contra las entidades cubanas, buscando
asfixiar la economía del país e imponer trabas adicionales a su
desarrollo. Por el momento, no se afectan los intereses de
importantes socios comerciales de EE.UU. que a su vez tienen
presencia en Cuba.
- El anuncio del pasado 4 de marzo no significa, precisamente, una decisión final en relación con la aplicación del Título III para Cuba. El plazo de los 30 días de su suspensión será aprovechado para evaluar nuevas alternativas, de manera que se pueda continuar aplicando este capítulo de manera parcial, incluso total.
- El anuncio de la ampliación de la Lista de Entidades Cubanas Restringidas busca impactar negativamente en doble sentido, dada las implicaciones que de por sí genera la inclusión en la Lista y por el incremento de demandas que se pudieran producir en las cortes estadounidenses al amparo del Título III.
- No es descartable que las acciones legales concebidas por el Título III se activen en perjuicio de los inversionistas extranjeros en Cuba, lo cual reforzaría el bloqueo, violaría flagrantemente el derecho internacional y atacaría directamente la soberanía y los intereses de terceros países.
- El objetivo de asfixiar económicamente a la Revolución cubana y eliminar el socialismo ha sido común a todos los gobiernos estadounidenses.
- Si el Título III de la Ley Helms-Burton se aplicara cualquier cubano o cubana y cada comunidad del país verían cómo se presentan ante tribunales de los EE.UU. demandas por la propiedad de la vivienda que ocupan, el centro de trabajo donde laboran, la escuela a la que asisten sus hijos, el policlínico donde reciben atención médica y los terrenos sobre los que se edifican sus barrios.
- El Título III de la Ley Helms-Burton pretende usurparle a Cuba la riqueza del país, la infraestructura, las tierras cultivables, las industrias, los recursos mineros, el potencial energético y las bases sobre las que se desarrollan la ciencia y la tecnología y se prestan los servicios a la población.
El
Plan Bush y la Ley Helms-Burton.
- El Plan Bush fue la implementación de las ideas fundamentales del Título II de la Ley Helms-Burton.
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El Plan Bush constituyó la política oficial del gobierno de los
Estados Unidos hacia Cuba durante el mandato de George W. Bush.
Fue un plan intervencionista
destinado a intentar derrocar a la Revolución y a desmantelar el
sistema constitucional cubano, en franco desprecio a los principios
consagrados por el Derecho Internacional y la Carta de Naciones
Unidas.
No se limitó a recomendar las
medidas que consideró necesarias para derrocar al gobierno
revolucionario cubano, sino que describe el esquema que debería
aplicarse para borrar todo vestigio de socialismo, reinstaurar el
sistema capitalista en Cuba y crear las condiciones para propiciar la
anexión del país a los Estados Unidos.
Constituyó la legitimación
de la llamada doctrina Bush de “cambio de régimen” para el caso
de Cuba y representó una escalada en la agresividad del gobierno de
los Estados Unidos contra nuestro país. Fue
emitido en mayo de 2004 y actualizado en julio de 2006.
- Tanto la implementación del Plan Bush, como la activación del Título III de la Ley Helms Burton son violatorios del Derecho Internacional y tienen como objetivo derrocar a la Revolución cubana.
- Al igual que la política actual del Presidente Trump, el Plan Bush implicó un recrudecimiento aún mayor del bloqueo, una intensificación de la subversión y la guerra propagandística, y un reforzamiento de la ofensiva de los Estados Unidos para internacionalizar su política contra Cuba.
- Una de las medidas fundamentales propuestas en el plan Bush era la aplicación total o selectiva del Título III de la ley Helms Burton. No obstante Bush suspendió cada seis meses su aplicación.
- El Plan Bush contemplaba como medidas del “gobierno de transición” la privatización de los servicios de salud y educación; la eliminación del sistema de seguridad social; la devolución de las propiedades nacionalizadas a los ciudadanos estadounidense y a los cubanos que posteriormente adquirieron la nacionalidad de ese país, entre otras acciones, que echarían por tierra todos los logros sociales de nuestro sistema.
- Con el Plan Bush Estados Unidos reforzó la ofensiva para promover su política contra Cuba y tratar de lograr apoyo internacional, como mismo están intentando actualmente altos funcionarios de la administración Trump.
- La retórica hostil del actual gobierno de EE.UU. hacia Cuba tiende a retomar el carácter agresivo del Plan Bush y de la Ley Helms Burton, siendo ambos documentos contrarios a toda norma del derecho internacional y de las relaciones entre naciones.
- El conjunto de medidas recogidas tanto en el Plan Bush como en el Título II de la Ley Helms-Burton esbozan lo que constituiría una acción de injerencia abierta en los asuntos internos de Cuba y el aliento a la subversión contrarrevolucionaria.
- El contenido del Plan Bush y del Título I de la Ley Helms-Burton señalan abiertamente el interés de los EE.UU. en promover la llamada disidencia, incrementar las transmisiones radiales y televisivas ilegales a Cuba, estrangular la economía nacional, propagandizar la supuesta amenaza militar de Cuba e incrementar las campañas internacionales para desprestigiar a nuestro gobierno.
- La creación de una Fuerza de Tarea por el actual gobierno estadounidense para ampliar el acceso a internet en Cuba busca subvertir el orden interno y propiciar un canal para la desestabilización, tal como lo diseñaron documentos de administraciones pasadas (Plan Bush o el Título I de la Ley Helms-Burton).
- El gobierno estadounidense materializa sus propósitos injerencistas expuestos en documentos como el Plan Bush o el Título I de la Ley Helms-Burton con el mantenimiento de las transmisiones radiales y televisivas ilegales, así como los fondos millonarios que se destinan a este y otros proyectos que violan el orden constitucional cubano y atentan contra nuestra soberanía, independencia e integridad territorial.
- Los planes del gobierno de los EE.UU. de promover un gobierno de transición en Cuba recogidos en el Plan Bush o la Ley Helms Burton parecen reaparecer en el contexto actual para ser aplicados en nuestro país y en Venezuela.